INFANCIA, DIVINO TESORO
RESQUICIO
Espiritualidad
secante a la guirnalda adormecida
Destello de una edad
de énfasis teñida;
un grito al alba, un ímpetu de vida
Triste crueldad del alma
reprime la espontánea energía
de su indómita calma
subyugando la vía
de escape de la vil monotonía
Vetusta mocedad
de un niño en las entrañas atrapado:
crisol de liviandad,
un vástago enervado...
¡Decencia! Criminal socializado
Alejandro Olivares Rodríguez
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