NUEVO ABRIL

¿Quién sangra por do más pecado hubiere?

¿Quién me cambia por tul desilusión?

¿Quién sazona el amor con alfileres?

¿Quién me descorazona el corazón?

¿Quién quema relicarios, pilas, naves?

¿Quién alquila mujeres de alquiler?

¿Quién ha sacado copia de la llave

de los secretos de mi secreter?

¿Quién oxida el limón de las campanas?

¿Quién se sabe perdido cuando gana?

¿Quién me ha metido el dedo en la nariz?

¿Quién roba, silva, reza, desayuna?

¿Quién planta girasoles en la luna?

¿Quién coño me ha robado el mes de abril?

Intro a «¿Quién me ha robado el mes de abril?» - Joaquín Sabina (1999, Salamanca)

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Tumbas de Sal

Yo no tenía de abril

más que las aguas que lleva

por los enjutos rincones

de las viñas de mi tierra

Fruto de vid carmesí

encontré por la vereda

del Levante caprichoso

que une Murcia con Valencia

Aquella noche de marzo

tras dos horas, la tercera

como quien dice, venció

la timidez carcelera

Cuatro palabras bastaron

en una lengua extranjera

a la que, aun pobre en amores

le debo la luna entera

Ahora, la luna creciente

alumbra con luz serena

los empañados cristales

y los gritos de las eras

Ella luce su fulgor

blanco, sobre la silueta

blanca, que bordean mis ojos

delineando sus caderas

Tibias gotitas de sal

por la barbilla cebrean

y por el cuello deslizan

alientos de hambre y cadencia

Cae la noche acompasada

por los vaivenes de fiesta

mientras un sístole invita

al diástole a que no duerma

Dulce melodía de abril

mayo y junio colorea

¿Será flor, será virtud?

¿Que será lo que me espera?

¿Piececitos de cristal

y un corazón de leyenda?

Qué más dá qué sea de mi

mientras tú también lo seas

Alejandro Olivares Rodríguez