Canción y poesía
LA CHICA DEL TREN
Pasaban a ras las seis
del reloj y en la estación
hacía frío y los viajeros
no daban conversación
Se bajó en el andén
donde una vez por mañana
para el tren de su utopía
de miel de labios temprana
Era carne de entrevías
una más entre la gente
mujer de besos de nácar
soledad independiente
Refugio en charla ligera
no era mucho pedir
mientras llegaba la hora
de que volviera a partir
Tenía el pelo liso, largo
olía a noche despeinada
y en un solo amanecer
me perdí en su mirada
Su destino era canción
creí, pero siendo verso
desapareció y dejé
la música en el reverso
del marfil de la portada
del libro que le presté:
lágrimas de tinta negra
y una mancha de café
Un murmullo apresurado
nos robó el argumento
y el tiempo se consumió
en el preciso momento
en que ella se marchó
con el libro, su equipaje
y brisas que se colaban
en su tostado oleaje
Ha llovido desde entonces
pero aún espero el día
en que vuelva a la estación
y acabar la melodía
que en el trino de mi vida
fuera un punto de inflexión;
la chica del tren: poesía
la chica del tren: canción
Alejandro Olivares Rodríguez
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